“Mi cuerpo tendía a ser laxo, podía llegar a muchas formas si me jalaban pero no las podía armar o sostener sola. Con los entrenamientos de flexibilidad integrada mi flexibilidad se volvió mucho más funcional. Además de ampliar la flexibilidad que tenía, trabajé zonas que me costaban más, construyendo (poco a poco y continuamos) un cuerpo disponible en todas sus posibilidades. Lo que más me asombra hasta ahora es el progreso en estabilidad. Nunca había tenido buen equilibrio, situación que empeoró tras varios esguinces en ambos tobillos. A pesar de que no conozco a Pato personalmente confío mucho en ella, en su planificación, su conocimiento y agradezco su planificación, organización y paciencia”